La semana pasada conocimos unos robots un poco especiales. Los Escornabot.
Primero comenzamos viendo y tocando distintas piezas. Averiguando qué eran, y para qué podían servir.
Cables, gomas, ruedas, pilas o motores fueron algunos de los componentes.
Al principio pensaban que todas ellas formaban un coche, pero un robot era lo que escondían.
Este robot es especial porque no tiene carcasa. Todas su piezas están a la vista. El niño puede ver los movimientos qué hace claramente y las uniones entre ellos. Además pertenece a un proyecto gallego de hardware abierto y software libre. Es decir, se pueden adaptar sus características a las necesidades que uno tenga. Tanto las piezas necesarias como el manual de montaje es totalmente libre y accesible para cualquier persona. Así como los materiales básicos para comenzar a usarlo en el aula, creando así una red de recursos y colaboración entre docentes.
También vimos cómo funcionaba, y qué teníamos qué hacer para qué fuera hacía donde nosotros queríamos. Hemos estado experimentando con sus botones y divirtiéndonos con él.
En las próximas semanas comenzaremos con el trabajo dirigido y en pequeños grupos.
Gracias de nuevo a Pablo Rubio por su ayuda y su tiempo, y hacer posible llevar la robótica a los más pequeños.
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